Silma

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Publicado por: Sigillum_Diaboli
Jueves 23 De Mayo De 2013

ALGÚN DÍA

Algún día cuando te mire
no se me acelerará el corazón,
algún día cuando te hable
no pensaré en la palabra amor.

Algún día al filo de la noche
despertaré con un grito
al haberme dormido y ver
que ya no sueño contigo.

Algún día cuando haga frío
no pensaré en tu cálida voz
ni tampoco en tu cuerpo caliente,
me abrigaré con los rayos del sol.

Algún día cuando te busque
en un hermoso despertar,
me daré cuenta de que sólo era
un sueño que no se hará realidad

Entonces en ese despertar
entenderé lo que no quise entender
que lo nuestro será sólo amistad
por mucho que yo te llegue a querer.

Y por eso sentenciaré tu recuerdo
a una eternidad en el olvido
aunque se que no cumplirás mi condena
porque tu recuerdo en mi aún sigue vivo.

 

A TRAVÉS DE UNA PANTALLA

La luz de mi habitación está apagada,
sólo brilla la tenue luz de una pantalla.
Me encuentro enfrente de un ordenador
mas no de quien hay detrás, la persona amada.

Veo tu imagen en movimiento
mas no veo el brillo de tu mirada.
Acerco mi mano suavemente a la pantalla,
y parece que te toco, pero no toco nada.

Una lágrima se desliza por mi mejilla
por saber que estás al otro lado.
Si en este instante pudiera atravesar el mundo
hasta llegar a poder recostarme en tu regazo…

Te escribo lo que dicta mi corazón enamorado,
tú me escribes con sentimientos, no con palabras.
Tan cerca de mi corazón y tan lejos de mi cuerpo,
tan lejos de mi habitación y tan cerca de mi alma.

Grito tu nombre en la soledad de la noche,
sabiendo que en la distancia se perderá mi voz,
buscas mi mirada en la oscuridad de tu habitación,
sabiendo que en la distancia mi calor se perdió.

La espera se hace eterna, necesito sentir tu presencia.
Nuestro pequeño mundo se convierte en realidad,
a través de una pantalla nació nuestro amor
y ahora te tengo frente a mí y ya no te dejaré escapar. 

 

CARTA AL CORAZÓN

Querido corazón enamorado
que de ti mismo eres prisionero
tienes algo que no compra el dinero
porque eres un ser muy afortunado.

Guardas el secreto mejor callado,
lo apaciguas con gesto lisonjero;
aunque seas de resistente acero
solamente el amor te ha ablandado.

Ese mismo amor que te deja heridas,
que se curarán en un porvenir
si no las dejas abiertas al sol.

Por todas esas cosas conseguidas
por lo que nos queda aún por vivir,
por eso escribo: carta al corazón. 

 

DESCONOCIENDO TODO

Tú no sabes cuál es mi nombre,
cuál será la palabra que haga girarme ante ti.
No sabes cuál es mi destino,
cuando paso cada día frente a ti.

Pero sí conoces mi mirada,
cuando se une con la tuya y te observa.
Conoces mi mayor sonrisa,
la que intenta seducirte mientras no te besa.

Tú no sabes lo que yo sé,
que detrás de tu mirada se esconde un te quiero.
No sabes lo que también sé,
que mi corazón te ama y se lo grita al viento.

Conoces mi silueta desde lejos,
cuando nos encontramos en la calle del amor.
Conoces el color de mis ojos,
cuando me miras robándome el corazón.

No conoces el tacto de mi piel,
nunca nos hemos llegado a tocar.
No conoces el canto de mi voz,
nunca hemos llegado a hablar.

Nos conocemos sólo físicamente,
llegando a desconocerlo todo de nosotros.
Pero el viento sabe lo que no sabemos
que ambos nos amamos al mirarnos a los ojos.

Porque al mirarnos a los ojos,
la magia del amor hace detener el tiempo.
Al mirarnos a los ojos,
tiritan nuestras pupilas desvelando un te quiero.

No seré yo quien rompa el hechizo
al que tus ojos me tienen sometida.
No serás tú quien rompa la magia
que le da sentido a nuestras vidas.

Desconociendo todo te miraré,
cuando nos encontremos en la calle del amor.
Desconociendo todo me mirarás,
cuando sientas palpitar fuerte a tu corazón. 

 

FUNDIDOS EN UNO SOLO

La lluvia de esta noche
se desliza lentamente
en cada pliegue de tu rostro.

Tu cabello de seda,
negro como esta noche,
se enreda entre mis dedos.

La luna en el cielo
se refleja también en el brillo
que desprenden tus ojos serenos.

Tus manos se unen con las mías,
tímidas, suaves, silenciosas,
se estrechan en caricias.

Las estrellas son cómplices
del deseo que despiertan
tus labios sobre los míos.

Tu olor a perfume
penetra en cada poro de mi piel,
recordándome tu presencia.

El vaivén de las olas
que arriban a la orilla
imita el contoneo de tu cintura.

La lluvia cae sobre nosotros,
sin apenas darnos cuenta,
y el amor florece de la nada.

La pasión y el deseo
se hacen amantes en la playa
con nosotros de testigos.

Nosotros, tú y yo,
únicamente los dos,
nos fundimos en uno solo.

La lluvia cesa poco a poco,
tu cabeza recostada en mi pecho,
mis manos acariciando tu cabello.

La luna se despide de nosotros,
tus ojos se cerraron de cansancio,
tus manos se posaron en las mías.

Las estrellas apenas se dejan ver
con un sol que irradia energía
y calienta tus dulces labios.

El aire que respiramos huele a mar,
mis manos huelen todavía a ti,
que yaces dormida sobre mí.

Las olas siguen con su vaivén,
sin pausa pero sin prisa,
y tu cintura descansa calmada.

Ya no hay presencia de la lluvia,
el sol despertó sin temor
y se encontró con nosotros.

Nosotros, tú y yo,
únicamente los dos,
fundidos en uno solo.