Dificultad: Fácil.
Si vuestra pareja es de esos estudiantes poco motivados aquí hay una idea sencilla con la que podremos alegrarles un poquito más la rutina de ir a clases y estudiar. Se trata de comprar una agenda escolar y personalizarla, es decir, llenarla de dibujitos, de notas bonitas, de planes, en fin, ¡todo lo que se os ocurra que puede hacerla sonreir en una clase aburrida o motivarla en una tarde de estudios!