El sujetador se hace centenario

Nacido para acabar con muchos de los tormentos causados por los incómodos corsés de la época, el sujetador cumple en 2007 su efeméride centenaria. Resulta didícil señalar con precisión una fecha concreta de su invención. A finales del siglo XIX se realizaron las primeras, y primitivas, versiones de sujetador. En 1907, año que da lugar a la efeméride, la revista Vogue (sí, por aquel entonces ya existía) emplea por primera vez el término "brassière" para referirse a estos dispositivos (esta palabra es la que da origen a "bra" en inglés y es lo que aquí se ha traducido como sujetador). Con todo, la primera patente de sujetador no se realiza hasta 1914 en EEUU, donde Maria Phelps registra su solución para sus problemas con el corsé. María vendió su patente a la Warner Brothers Corset Company por 1500 dólares y en sólo dos años esta empresa obtuvo 15 millones de dólares de beneficio gracias al sujetador.

A pesar de sus ventajas evidentes, la penetración del sujetador no fue muy elevada hasta los años 30, cuando las redondeces empezaron a estar de moda. Hasta entonces el corsé seguía gozando de amplia aceptación aun cuando dificultaba la respiración de forma sensible. El sacrificio parecía aceptable a cambio de disfrutar de una apariencia ciertamente andrógina. En 1931 la Warner aumenta su gama de sostenes creando diferentes tamaños copas (de la A a la D) y empleando por primera vez gomas elástica (fecha funesta para todas las que han recibido un "latigazo" en la espalda propinado por algún gracioso con ganas de estirar el sujetador). A finales de los años 30 se descubre el nylon, que pasa a convertirse en uno de los materiales más empleados para su fabricación aparte de otros ya habituales como la seda.

En la década de los 50 aparecen los primeros sujetadores "inflables", cuyo objeto no es otro que el de permitir a las chicas con menos pecho lucir un tipo más llamativo. Poco después, en los 60, llegan las operaciones para satisfacer los deseos de aquéllas que no sólo quieren lucir, sino aumentar de verdad su talla de pecho. Justo a finales de esta década, en 1968, el sostén es convertido en diferentes manifestaciones feministas en uno de los símbolos políticos de la opresión padecida por las mujeres. En dichas manifestaciones las mujeres portaban sujetadores que acababan quemando como señal de protesta (este es el mito que ha sobrevivido, aunque parece ser que lo que realmente sucedió fue que los sostenes fueron arrojados a la basura).

Desde entonces hasta nuestros días no ha habido variaciones reseñables del sostén, pero es indudable en que se han convertido en la prenda de lencería por excelencia. Para finalizar un dato curioso más, se calcula que el 80% de las mujeres no llevan su talla de sujetador ideal. Mucho ha llovido desde que se inventara el sostén, pero parece que todavía queda por aprender ;)