Deseo sexual

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Publicado por: Admin
Jueves 23 De Mayo De 2013

Texto enviado por Lucía.

¿Cuál es la diferencia entre el deseo y la libido?

 


El deseo es específicamente sexual, es el impulso sexual que hace que tengamos ganas de hacer el amor. La libido representa algo mucho amplio.

La libido correspondería más bien al impulso de la vida, la fuente de todos nuestros deseos… y por tanto también engloba el deseo sexual. Pero el concepto libido ha pasado al lenguaje común como un sinónimo de deseo sexual, mientras que para los psiquiatras tiene una significación más amplia.

 

 

¿Cómo es posible que sienta deseo pero no placer?

 

El deseo y el placer son dos emociones liadas entre ellas, pero también muy diferentes. Aunque no sintamos deseo, el placer sexual puede ser muy intenso. Puede que confundas placer y orgasmo. En efecto, la mayoría de las mujeres que sienten deseo, también consiguen placer, pero a veces no llegan al orgasmo. Porque el orgasmo es la manifestación física de que el placer ha llegado a su máxima intensidad. El reflejo de ello es descargar esta tensión a través del orgasmo.
Si no consigues alcanzar ese nivel puede significar que todavía puedes llegar más lejos en la intensidad del placer, que tus reflejos orgásmicos no están muy entrenados, que no te dejar llevar para alcanzar el máximo placer, que tu pareja todavía no ha encontrado tu modo de empleo...  

 

 

Tiene pérdidas de erección: ¿me desea menos?

 

En el 99 % de los casos no. La pérdida de erección no suele ser signo que la libido respecto a su pareja haya disminuido. Normalmente, cuando un hombre vive con una mujer o mantiene una relación con ella, significa que la desea. De hecho la mayoría de los hombres aseguran estar más seguros de su erección cuando están con su pareja habitual que con una mujer con la que tienen una aventura. Le pérdida de erección es más bien un signo que puede alertar de posibles problemas de salud, por lo que es recomendable hacer un chequeo médico.
Se puede tratar de un problema hormonal, arterial, una consecuencia de los efectos secundarios de un medicamento o problemas psicológicos de ansiedad. Existen medicamentos muy eficaces para mejorar la erección y que de hecho no actúan sobre el deseo. Si son eficaces es porque permiten relanzar la mecánica eréctil, no el deseo.

 

¿Le deseaba mucho más al principio de nuestra relación. Sin embargo le sigo queriendo, ¿es normal?

 

Si, es normal. Lo que da una gran fuerza al deseo es la ausencia del otro. Cuando echas de menos a alguien, tu deseo aumenta considerablemente. Al principio esa sensación está siempre presente. Al no vivir o no estar juntos a menudo, la distancia crea la necesidad de verse. Y cuando una relación comienza, no se puede saber que pasara al día siguiente.
Esta relación puede acabarse de un momento a otro y no nos sentimos en total seguridad. Esa falta de seguridad también hace aumentar la libido. Cuando la relación es más estable, el deseo continúa pero es diferente. Para que una pareja dure, es necesario ser capaz de transformar ese deseo en algo más profundo basado en la tolerancia. Ese tipo de deseo es menos violento, más profundo, más estable y por ello menos asombroso, pero también es capaz de procurar mucho placer.

 

 

¿Qué puede bloquear el deseo sexual?

 

El deseo se puede bloquear a causa de un problema de salud, un medicamento, o por problemas de pareja. Generalmente, a lo largo de nuestra vida, la libido sigue viva. Pero este impulso sexual se puede bloquear por otras emociones si estas son muy fuertes. Se puede tratar del miedo o por ejemplo de un resentimiento. En una pareja, cuando existe un resentimiento importante, el deseo suele estar en punto muerto.
Si tu deseo es muy bajo aunque tu salud sea perfecta deberías preguntarte: «¿ estoy resentida con mi pareja ? si es así, ¿Por qué?» ¡El origen de la falta de deseo suele estar en la sencilla respuesta a esta pregunta!

 

 

¿Existen realmente hormonas del deseo en las mujeres?

 

Si, por supuesto. Los estrógenos, las hormonas secretadas en mayor cantidad antes de la ovulación, son muy propicias al deseo. Diversos estudios han demostrado que lo aumentan. Una mujer siente más deseo durante sus momentos de fertilidad, como si la naturaleza hubiera previsto darle ganas de hacer el amor para que se reproduzca. La testosterona, la hormona masculina, también está presente en menor cantidad en la circulación sanguínea femenina. Esta pequeña cantidad es sin embargo muy útil y muy eficaz para estimular el deseo.
Cuando esta hormona es muy baja, el deseo también disminuye. Es lo que se produce cuando algunas mujeres toman una píldora  a base de acetato de ciproterona, una píldora contra el acné, que también es una píldora antitestosterona. Existe una hormona llamada  prolactina, que es un anti-deseo sexual. Cuando las tasas son elevadas (al principio de la lactancia, por ejemplo, de forma anormal cuando se toman ciertos medicamentos) el deseo se desmorona. El deseo femenino no es por tanto únicamente psicológico, también depende de diversas hormonas.

 

¿Cuál es la diferencia entre la excitación sexual y el deseo sexual?

 

El deseo sexual es un sentimiento, una emoción. Se desarrolla en el cerebro. La excitación, por su parte, es el efecto físico que produce el deseo sexual en el cuerpo.   Es la concretización práctica del deseo. La erección masculina y la lubricación femenina también son signos de excitación sexual. Por supuesto el deseo precede la excitación, es el que conlleva la excitación. Cuando la conexión no se hace bien, se puede sentir un deseo que no se transforma en excitación.