Dificultad: Fácil.
La semana pasada sugeríamos la posibilidad de compartir las fantasías en pareja como experiencia edificante para una relación. Esta semana os vamos a dar unos consejillos para que os pongáis guapos para la ocasión.
Las fantasías van en ocasiones más allá de personas concretas para centrarse en situaciones que arraigan profundamente en nuestra imaginación y que desencadenan nuestra excitación de forma salvaje . Algunas de estas escenas son recurrentes para muchos. Todos conocemos las típicas fantasías de médicos, enfermeras, bomberos, policías,...
Hay multitud de lugares donde podéis encontrar ropa para la ocasión. Normalmente, las sexshops suelen ser un buen lugar para empezar la búsqueda de la ropa deseada (nunca mejor dicho); estas tiendas disponen de disfraces para las fantasías más comunes. Otro buen lugar para buscar es una tienda de disfraces: aunque el repertorio estará menos orientado al erotismo, quizá deis con lo que estáis buscando. Por último, una búsqueda en la red os llevará a multitud de páginas donde también podréis encontrar disfraces y accesorios. Por ejemplo, Playboy.com dispone una tienda más que interesante en este sentido ;)
Tal y como os dijimos la semana anterior, conviene que las fantasías se queden en el dormitorio una vez realizadas (o confesadas). Vivir las fantasías en pareja debe derribar inhibiciones e impulsar vuestras relaciones sexuales de forma placentera para la pareja. No debería ser nunca ser un motivo de discusión o enfado. La confianza que la otra persona deposita en vosotros al contaros una fantasía debe ser valorada. De igual modo, debe ser respetada la predisposición de vuestra pareja a realizar las fantasías. Recordad, la confesión de una fantasía no implica que ésta deba ser llevada a cabo obligatoriamente.