Dificultad: Fácil.
Scrabble, Intelect... Son muchos los nombres bajo los que se puede encontrar este popular juego que consiste en formar palabras a partir de las letras que el azar nos haya concedido. En función de la complejidad de la palabra formada, y con la ayuda de algunas casillas especiales, obtenemos puntos que sumar a nuestra cuenta para competir contra el resto de los jugadores. Después de esta breve descripción del Scrabble, todos debéis saber ya de qué juego se trata, de modo que pasamos a nuestra sugerencia picante de esta semana.
Lo que os proponemos es una ligera variación de las normas del juego, de forma que se prohíban todas aquellas palabras que no sean picantes en alguna de sus acepciones o en algún contexto dado. Si existe alguna duda, el jugador que introduzca la palabra cuestionada debe dar una explicación convincente de sus motivos para haber colocado en el tablero dicha palabra.
El remate a la idea viene en la segunda variación que sugerimos para las normas del juego: cualquier jugador durante su turno puede retirar hasta tres palabras del tablero y pedir a otro de los jugadores que lleve a cabo la acción sugerida por esas palabras. Por ejemplo, si se retiran las palabras "besar" y "boca", el jugador tendrá derecho a recibir un beso en la boca de parte del jugador escogido por él. Otro ejemplo: si retiramos las palabras "desabrochar" y "camisa" el jugador de nuestra elección deberá despojarse de su camisa.
Si el hecho de que cada jugador pueda retirar palabras durante todos sus turnos os parece excesivo, podéis recortar este privilegio limitándolo sólo al caso de los jugadores que lleguen por primera vez a unas casillas especiales que se decidirán al inicio de la partida (p. ej: las casillas de las diagonales principales). Otra limitación podría ser la de que cada jugador pueda retirar palabras sólo un número determinado de veces (por ejemplo cinco) en el transcurso de la partida.
El juego que os proponemos, tal y como habréis supuesto ya, es para dos o más jugadores y constituye una forma ideal de sacar buen provecho de uno de esos juegos típicos que muchos tienen criando polvo en el armario por falta de uso. ¡¿Quién dijo que el Scrabble no podía ser picante?!