Dificultad: Fácil.
En las películas, un elemento clásico para esconder un objeto comprometido es un libro de interior hueco. No podemos dejar escapar esta idea sin emplearla para entregar un detalle de forma sorprendente.
Puede que alguno tenga la suerte de encontrar en una tienda algún libro de madera o plástico hueco ya. En ese caso tenéis ya todo el trabajo hecho. Si no disponéis de nada de esto, tendréis que fabricaros a mano el libro hueco. Desde luego, dedicar un libro a tal fin es un crimen contra la literatura universal, aunque bien es verdad que hay libros por ahí que se merecen este destino. Mi recomendación es que aprovechéis una feria del libro para haceros con el libro más barato y coñazo que podáis encontrar, siempre y cuando tenga unas dimensiones adecuadas para lo que pretendemos regalar. Para ahuecarlo emplead un cutter y tened algo de paciencia. Una vez tengáis hecho el hueco, podéis fijar las páginas por las paredes del hueco, de forma que el libro acabe cumpliendo lo mejor posible su función final de caja-recipiente.
Una vez empleé esta idea para hacer un regalo. Creo recordar que el libro escogido fue uno acerca de teorías nacionalistas catalanas de Jordi Pujol, que estaba de supersaldo en una feria del libro. La expresión tras quitar el papel de regalo de la persona a la que se lo regalé fue inolvidable, especialmente ese momento en que trató de poner buena cara para mostrar su aprecio por el presente recibido. Luego, cuando abrió el libro y vio su interior, apareció una expresión de felicidad multiplicada por mil por el alivio de comprobar que, aquella vez más que nunca, la belleza estaba en el interior.